jueves, 18 de febrero de 2010

IX

Antes la gente temía por lo que los medios llamaban inseguridad. Una especie de sensación térmica de los peligros de la vida diaria, más generada por la selección de los títulos en el noticiero del mediodía que por la real delincuencia. Decidida sobre todo por la relación de las corporaciones de la comunicación de masas con el gobierno de turno. Muchos vivían encerrados. “Rejas en la terraza y en el garage” cantaba la murga uruguaya A contra mano.
Resultó irónico que esas innecesarias fortalezas de hierro en las que vivíamos nos hayan protegido de la invasión que se vino.
Y ahora que el peligro es real son muy pocos los encerrados. Resultó que la falta de grandes medios de comunicación ayuda a que la gente sea feliz.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Perdón mi bestialidad.
Esto es como una postal de un futuro?
Es decir un tiempo despues de este tiempo en el que no haya grandes corporaciones y nos tengamos que meter las rejar en el orto? O untiempo en que ni las rejas nos salvarán del desastre?
Se me ocurrió como un planteo Saramagiano rumbeando para el lado dee ensayo sobre la lucidez...
Bueno no fumo más... Jaja
Me gusta como escribís.
Abrazos.

Zarce dijo...

o sea la moraleja es que los que pusieron rejas recibiran dolar...digo,no se le meten los zombies

Chuli! dijo...

Jajajajajajaja es un boló este Gabi.
A mi también me encanta como escribís. Aunque debo admitir que lo descubro con este escrito, que tuve el privilegio de leer de corrido. Antes sólo había leído poquitas cosas: una de ellas, que contaba sobre dos personitas maravillosas que por no mirar el mundial de fútbol, salían a las calles deshabitadas de la ciudad, se encontraban y sabían que eran especiales y por eso se enamoraban ;)

Si te acordás cuál te digo, poné un link! weee