sábado, 27 de marzo de 2010

Butaca del acompañante real: Mario Bottarlini




Con Mario cargando sillas, quemadores, tablones, freezers, bebida, kilos de asado y pan, y demás cosas de una cantina en el hipódromo de Concepción del Uruguay tras una carrera. La foto del espejo, autorretrato de Mario parecido a Nippur, pertenece a un viaje a Concordia.

jueves, 11 de marzo de 2010

Butaca del acompañante virtual

Este viaje pasé por Rauch, Olavarría, y Laprida; comí pollo al horno con puré de Gualeguaychú, capuccino y buñuelos de Olavarría, papas y huevos fritos en la casa del jefe de la estación de trenes de Laprida (más en el próximo post); metí el dedo meñique en el ventilador del motor y salió ileso, se me cayó una tarima sobre el dedo gordo del pie y no me pasó nada; dirigí el tránsito en el centro de Rauch un rato a la noche; dormí en el medio de la nada, oscuridad por todos lados, la noche del miércoles; fui al mecánico, vi un atardecer genial cerca de Las Flores, jugué con una perra en Olavarría que me trató como si me conociera y acaricié una boxer y un gato en Laprida, además de otro boxer muy elegante llamado Tito que me dio la patita; acomodé jugos de distintos sabores, escuche radio, mucha; saqué algunas fotos con el teléfono, crucé varios puentes, un par de ríos, decenas de arroyos; aprendí que a los ex-empleados del ferrocarril los estafaron obligándolos a renunciar para evitar pagarles indemnizaciones bajo amenaza de quedarse sin trabajo; llevé a un hombre que hacía dedo; armé el programa para el domingo, chusmié feisbuqs ajenos, escribí este post, etc...