III

Quién iba a pensar que en estos tiempos el trabajo del camionero se iba volver de vital importancia. Ahora que nadie quiere aventurarse a los riesgos de la ruta, los humildes transportistas nos hemos convertido en héroes que cada semana enfrentamos lo desconocido.
¿Qué sería de los pueblos sin el suministro constante que aportan los camiones? Las condiciones de vida serían mucho peores sin este nexo entre localidades, que lleva frutas a las regiones que producen cereal, cereal a las que producen carne...
Antes era igual, claro. Igual de importante, aunque bastante menos riesgoso.