jueves, 3 de enero de 2008

La verdad sobre los reyes

El día que tenga que revelarles a mis hijos la verdad de la milanesa pienso contarles este cuento. Es verdad, pero no deja afuera la magia.

"Cuando el Niño Dios nació, tres Reyes que venían de Oriente, guiados por una gran estrella, se acercaron al Portal para adorarlo. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
“¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían”.
“¡Oh, sí! –exclamó Gaspar–. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo”.
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó: “Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito…”
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió, y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
“Sois muy buenos, queridos Reyes, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?”
“¡Oh, Señor! –dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas–. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos”.
“No os preocupéis por eso –dijo Dios–. Yo os voy a dar, no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo”.
“¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?”, dijeron a la vez los tres Reyes con cara de sorpresa y admiración.
“Decidme, ¿no es verdad que los pajes deberían querer mucho a los niños y conocer muy bien sus deseos?”, preguntó Dios.
“Sí, claro, eso es fundamental”, asintieron los tres Reyes.
“Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?”
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
“Puesto que así lo habéis querido y para que, en nombre de los tres Reyes de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que, en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte, regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia..."

6 comentarios:

Marbot dijo...

Ja! Muy original e indoloro! Gustó, gustó (y)

Eric dijo...

Yo les diría "pendejos!, ni Jesús, ni Dios, ni Papá Noel, ni los Reyes Magos, ni el Conejo de Pascuas, ni el Ratón Perez existen, ahora vayan a dormir y déjense de romper las pelotas que papi está cansado del trabajo y quiere un momento a solas con mami"

Marbot dijo...

Jajajaja muy Robot Chicken lo tuyo, Never. Muy "Hada de los dientes" XD

Anónimo dijo...

Jajajaja muy bueno Never, también se puede decirles eso. Sobre todo la parte del momento íntimo.

Gurisa dijo...

Qué raro Nevermind destrozándole las ilusiones al mundo... ¬¬

Oigame, don José, lo de su abandono del mundo blogger fue broma del 28?? Es que no ando en Córdoba, me manejo con dial up (maldita sea) y con tanto puteo virtual con la laptop de mi vieja no me fijé en la fecha :P

El cuento está genial. Yo no voy a privar a mis hijos ni de Papá Noel, ni de los Reyes, ni del Ratón Pérez... ni de que Wanda Nara es virgen :P

Anónimo dijo...

Si señorita, efectivamente era una broma por el día de los Santos Inocentes, que no deben ser ni tan santos, ni tan inocentes, pero bueh.

La virgen de Wanda Nara y otros cuentos para los chicos hacen que los menos chicos no perdamos las ilusiones en las festividades ni en la conducta de las mujeres ;)