"Ella sale a caminar decidida a encontrarlo. Sabe que hoy podrá reconocerlo, que sólo en estas circunstancias lo diferenciará a simple vista del resto de los hombres.
Las calles, normalmente pobladas de hombres de todas las edades, están hoy desiertas. Sin embargo es eso justamente lo que le facilitará encontrarlo. ¿Cómo no se le ocurrió antes? Así no tendría que haber pasado los últimos cuatro años sola ¿Cómo no se le ocurrió antes?
Dobla en el colegio y entra a la plaza caminando por el medio de la calle principal “Total no anda nadie”. Todos están encerrados en los bares, inclusive las mujeres, que hace ocho o doce años no le prestaban atención y hoy aplican la máxima que reza “si no puedes con ellos…”. Pero todo esto no hace más que facilitar su búsqueda.
De repente en una esquina de la plaza lo ve.
Él la ve también y adivina sus intenciones.
Pero ella ha llegado tarde.
Él está con otra.
¿Cómo lo encontró antes la otra? ¿Cómo? El plan era perfecto. Hoy es el primer día, no hay manera de que…
De repente ella entiende. A la otra se le ocurrió antes. Probablemente hace cuatro años.
La otra tiene sus manos entre sus manos. Las manos del hombre perfecto. El único capaz de estar un día como el de hoy paseando con su chica por la ciudad desierta.
El hombre perfecto, el único que no está interesado en el mundial".
Los escribí en el 2006 y lo encontré ahora backapeando cosas.
1 comentario:
Si hubiese sabido!... ¡aunque yo lo encontre igual sin dejar de mirar un mundial! :D
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